Wärtsilä y las inmensas posibilidades del hidrógeno

El hidrógeno también se utilizará como materia prima para la producción de otros combustibles sintéticos

El hidrógeno será el combustible del futuro, no está en discusión este hecho sino solo cuándo comenzará a despegar esta innovadora y ecoamigable tecnología. Por supuesto, no todos los países ni todas las industrias recurrirán al hidrógeno pero sí las más grandes, las más responsables, las que tienen compromisos en bolsa. y en un contexto como este, muchas de las mejores compañías del mundo quieren posicionarse en la vanguardia de esta transición energética. Una de ellas es la finlandesa Wärtsilä, presente en la industria del gas natural, solar y eólica, pero para quien el hidrógeno tiene un alto potencial de convertirse en el combustible del futuro, ayudando a las sociedades a avanzar hacia la descarbonización. «Nuestro mensaje clave fue: Wärtsilä quiere asumir un papel de liderazgo en el uso del hidrógeno como combustible para la generación de energía flexible», resaltó Sushil  Purohit en la Segunda Cumbre Mundial del Hidrógeno. 

En el ámbito regional, Wärtsilä ha logrado cerrar solo en lo que va del 2021, y pese a la crisis generada por la pandemia, proyectos en Latinoamérica (desde México hasta Perú) por más de 800MW en nuevas centrales y sistemas de almacenamiento de energía ya en construcción. El año pasado la empresa inició la construcción de su cuarta central a gas natural aquí en Perú. Con esta central Wärtsilä se consolida como líder tecnológico en centrales térmicas flexibles y de arranque rápido.  Pero ahora comprende que el hidrógeno tendrá un papel vital en la economía global de las próximas décadas y busca estar lista para ese entonces. Nadie puede imponer tecnologías al mercado; es este el que al final elige, pero el hidrógeno como motor económico está teniendo avances en el mundo y en diversas industrias. 

Artur Mujamed, country manager de Wärtsilä.

Avances

La tecnología del hidrógeno no es un deseo sino un hecho en Anglo American, que este año utilizará el elemento como combustible para impulsar su primer camión minero adaptado a esta tecnología. Oficialmente se conoce que la minera global con sede en Londres testeará la tecnología en su mina de platino Mogalakwena en algún momento del primer semestre de 2021, pero aún sin haberla probado, la empresa, según información oficial reciente, ya planea desplegar un total de 40 de estos camiones mineros a hidrógeno en esta mina para 2024, y luego extender el plan a un total de siete de sus operaciones alrededor del mundo para el 2030. Anglo no ha publicado la lista de los proyectos en los que utilizará la tecnología luego de su mina en Sudáfrica, pero no se descarta que hayan incluido a Quellaveco, que ya utilizará camiones autónomos. “La economía determinará el mejor combustible renovable para cada país. Actualmente estamos desarrollando y probando nuestra oferta de hidrógeno”, explicó Ville Rimali, otro de los oradores de  Wärtsilä presente en la Cumbre.

Anglo American no es la única que coquetea con la tecnología del hidrógeno. Economías influyentes como la china también dedican esfuerzos en esta dirección. Un prototipo de camión minero a batería de litio y combustible de hidrógeno de 200 toneladas, desarrollado por la empresa Weichai y en colaboración con CRRC Yongji y Ballard Power Systems, fue presentado a fines de 2019, y ahora se estima que la producción del primer modelo de camión para pruebas en minas saldrá de fábrica en la segunda mitad de 2021. El camión minero de Weichai a hidrógeno y eléctrico es actualmente utilizado para demostraciones sin carga, pero el plan es ejecutar pruebas piloto en canteras para demostrar su eficiencia. 

En el ámbito regional, Wärtsilä ha logrado cerrar solo en lo que va del 2021, y pese a la crisis generada por la pandemia, proyectos en Latinoamérica (desde México hasta Perú) por más de 800MW en nuevas centrales y sistemas de almacenamiento de energía ya en construcción.

Latinoamérica

Los esfuerzos por producir hidrógeno son también latinoamericanos. Enel Green Power Chile, filial de Enel Chile, tiene previsto participar con la empresa eléctrica chilena AME y los posibles socios ENAP, Siemens Energy y Porsche, en la instalación de una planta piloto para la producción de hidrógeno verde a través de un electrolizador alimentado por energía eólica, en Cabo Negro, al norte de Punta Arenas, en la región de Magallanes. El proyecto está sujeto a la aprobación de las autoridades locales y a la finalización de la estructura de financiamiento. Se espera que la instalación entre en servicio en 2022, lo que la convierte en la primera planta de este tipo en producir hidrógeno verde en Chile, así como una de las más grandes de América Latina. 

En efecto, Chile se perfila como uno de los países con mayor potencial para la producción y exportación de hidrógeno verde del mundo. Según el Ministerio de Energía del país vecino, hasta el 20% de la reducción acumulada de CO2 allí para 2050 será posible gracias al hidrógeno verde rentable. La Agencia Internacional de Energía estima que Chile es capaz de producir 160 millones de toneladas de hidrógeno verde al año, duplicando la demanda actual de hidrógeno y, según las proyecciones de Bloomberg, el precio del hidrógeno verde será competitivo con el diésel en aproximadamente menos de 10 años.

Wärtsilä quiere asumir un papel de liderazgo en el uso del hidrógeno como combustible para la generación de energía flexible.

Visión

Con todo, el plan de Wärtsilä es más amplio, extenso y complejo. El hidrógeno se puede utilizar como combustible peor también como componente básico de otros combustibles sintéticos neutros en carbono que se necesitan en la descarbonización de la producción de energía, y aquí Wärtsilä cree tener el know-how. Las tecnologías Power-to-X se pueden utilizar para producir hidrógeno verde, pero también metano sintético, metanol, amoníaco, gasolina y diésel. “La visión de la economía del hidrógeno es utilizar el hidrógeno verde como combustible para la industria, la generación de energía, el calor y el transporte”, explicaron desde la empresa en la Cumbre del Hidrógeno. “También se utilizará como materia prima para la producción de otros combustibles sintéticos neutros en carbono para facilitar su almacenamiento y evitar inversiones en infraestructura de hidrógeno. En los futuros sistemas de energía renovable, el hidrógeno y otros combustibles sintéticos neutros en carbono pueden reemplazar, por ejemplo, la gasolina como combustible de transporte o el gas natural como combustible para la generación de energía”.

Hasta ahora, el mercado de motores de hidrógeno ha sido limitado, pero la necesidad de ellos surgirá en los próximos años a medida que el uso de combustibles fósiles se reduzca gradualmente y surjan nuevas tecnologías en torno a los combustibles del futuro. Así las cosas y “aunque sabemos que la generación de energía no será la primera aplicación factible en hidrógeno, Wärtsilä quiere ser el primer motor en la economía del hidrógeno. Estamos realizando proyectos piloto donde el hidrógeno ocurre primero y tratamos de asegurarnos de que los subsidios gubernamentales se utilicen en La forma más eficaz. Esto nos permitiría también más tiempo en el desarrollo de motores de hidrógeno «, comentó Ville Rimali.

La Agencia Internacional de Energía estima que Chile es capaz de producir 160 millones de toneladas de hidrógeno verde al año.

Un plan

Wärtsilä tiene un ambicioso plan entre manos para sacar ventaja tanto para su área de negocio de energía como marina, y actualmente se prepara para completar pruebas monocilíndricas con hidrógeno este año para luego “probar la mezcla completa de hidrógeno del motor”. “El proyecto piloto de metano sintético de Wärtsilä y Vantaa Energy es un gran ejemplo. El gas verde producido se utiliza en el transporte pesado donde los combustibles sustitutos son mucho más caros que en la generación de energía actual. Esto nos permite aprender nuevas tecnologías mucho antes”, explicaron, al tiempo que conjeturan que en el futuro la energía renovable será tan abundante que sus excedentes podrían usarse para producir hidrógeno que, a su vez, podría utilizarse en una planta de energía para balancear el sistema de energía en momentos en que el clima nublado y sin viento reduzca la producción de energía solar y eólica. “Está claro que los combustibles del futuro serán el empujón final a la meta 100% energías renovables. Es la tecnología para almacenar energía junto con el almacenamiento de energía en baterías. Específicamente, para el equilibrio del sistema de energía a largo plazo”, subrayó Sushil  Purohit. “Con combustibles futuros como una forma de almacenamiento de energía, podemos producir combustibles futuros con energías renovables en exceso y usarlos en la generación de energía cuando los recursos son limitados para permitirnos tener un sistema de energía confiable y rentable”.

En efecto, en el futuro, el hidrógeno puro necesitará nueva infraestructura, como tuberías, almacenamiento, motores y turbinas de gas preparados para hidrógeno, y automóviles de hidrógeno, lo que llevará tiempo diseñar y desplegar, lo que puede ser costoso. Para algunos sistemas de energía y países, la mejor manera de aprovechar el hidrógeno será licuarlo o usarlo como parte del proceso Power-to-X, que puede usar la infraestructura existente. La economía determinará el mejor combustible renovable para cada país y sistema de energía y el impacto será diferente en las economías mundiales. Llegado el momento, ¿estaremos listos?

 

 

Fuente: Energiminas

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