Estados Unidos sólo conseguirá una reducción profunda de los gases de efecto invernadero con las herramientas políticas actualmente disponibles, incluso en el escenario más favorable políticamente a la descarbonización. Esta es la conclusión de un reciente estudio publicado en Energy Policy por un equipo interdisciplinario de investigadores de la Universidad de Texas en Austin que analizó la viabilidad política de una descarbonización profunda en Estados Unidos. Los resultados sugieren que serán necesarias nuevas políticas y herramientas para reducir los gases de efecto invernadero de sectores como la industria pesada.
Los investigadores, utilizando el modelo de optimización del sistema energético TIMES, analizaron las emisiones de gases de efecto invernadero de mediados de siglo basándose en tres escenarios de viabilidad política, todos ellos con un demócrata en la Casa Blanca y una Cámara de Representantes estadounidense controlada por los demócratas. En lo que los investigadores llaman el escenario de baja alineación, los republicanos controlan el Senado. En el escenario de alineación media, los demócratas controlan el Senado con el filibusterismo intacto. Y en el escenario de alta alineación, los demócratas controlan el Senado y el filibusterismo es abolido.
El equipo descubrió que, incluso en el más optimista de los escenarios, Estados Unidos sólo cumple parcialmente el objetivo de descarbonilación del 80% para 2050. Si los republicanos controlan el Senado, el conjunto de políticas políticamente viables permitiría reducir las emisiones de gases de efecto invernadero sólo en una cuarta parte para 2050. En el escenario en el que los demócratas controlan el Senado con el filibusterismo intacto, las emisiones se reducen en aproximadamente un tercio dadas las políticas políticamente posibles. Si los demócratas controlan el Senado y se elimina el filibusterismo, las políticas actualmente disponibles permiten reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 45% aproximadamente.
«Este proyecto interdisciplinario aporta el necesario realismo político a la modelización de los sistemas energéticos y nos recuerda que lograr una descarbonización profunda requerirá una mayor innovación política», dijo Benjamin Leibowicz, profesor adjunto de la Escuela de Ingeniería Cockrell y autor principal del estudio. «Aunque el sector eléctrico ya se está descarbonizando a un ritmo rápido, se necesitarán nuevas tecnologías y políticas para hacer frente a fuentes de gases de efecto invernadero como los vehículos pesados, la aviación, el uso de gas natural en los edificios y la producción industrial».
Fuente: Energy Policy