Desde el pasado 12 de abril, con el inicio de las pruebas de arranque gradual y progresivo de la Nueva Refinería Talara, la empresa estatal Petroperú ha marcado una nueva era al contar con la tecnología más avanzada del mundo para producir combustibles limpios y de óptima calidad, según lo mandan las leyes N° 28694 “Ley que regula el Contenido de azufre en el Combustible Diesel”, y la Ley N° 30130 “Ley que declara de necesidad pública e interés nacional la prioritaria ejecución de la modernización de la Refinería Talara para asegurar la preservación de la calidad del aire y la salud pública y adopta medidas para fortalecer el gobierno Corporativo de Petroperú”.
Este proceso de pruebas, para el arranque, durará aproximadamente un mínimo de seis meses, hasta lograr la estabilización, para dar paso a la óptima puesta en servicio de la Nueva Refinería Talara. El proceso es normal en refinerías del mismo nivel de complejidad que la que hoy se pone a prueba en el norte del Perú. Afirma el Minem que «es justificable el costo de inversión de este megaproyecto que tuvo un valor de US$5,000 millones, monto que se encuentra avalado por la consultora internacional Arthur D´Little».
Refiere además el Minem que el monto invertido en la Nueva Refinería se encuentra «dentro del margen de razonabilidad de los proyectos ejecutados a nivel mundial». El Minem indica también que el precio de los combustibles se fija en función de la oferta y demanda del mercado, en tal sentido, la estatal Petroperú es una «operadora mayorista más». Cuando la puesta en servicio de la Nueva Refinería Talara esté a un 100% —manifestaron—, permitirá ofrecer precios más competitivos al mercado mayorista, lo que contribuiría a generar mejores ofertas en el mercado nacional.
Esta moderna tecnología, que lleva adelante Petroperú, reemplaza a la emblemática Refinería Talara que mantenía una configuración que no permitía procesar crudos pesados y no lograba reducir los niveles de azufre en los combustibles gasolinas y diésel durante más de 100 años y ahora, de manera gradual y durante este proceso de arranque estará a cargo, contractualmente, de los contratistas principales, para luego ser asumidas íntegramente por la Petroperú.