Las ciudades son los grandes consumidores de energía y, sin embargo, tienen una capacidad muy limitada de poder producirla. Por ello, un invento español pretende darle vuelta al concepto de los aerogeneradores, pretende sacar más partido del viento en espacios y lugares donde no es posible instalar molinos.
Jorge Piñero, del departamento de marketing de Vortex, marca que firma el nuevo artefacto, el proyecto aún está en fase de investigación y se están realizando y probando las primeras instalaciones, por lo que aún queda recorrido para que esta opción pueda llegar a ser masiva.
Los aerogeneradores de Vortex sacan partido de la energía del viento, pero desde una aproximación totalmente diferente a los molinos. En lugar de las aspas, lo que gira al son del viento es su mástil.
Piñero explica que el viento suele hacer ondas al soplar (de ahí que veamos a las banderas ondear y ‘dibujar’ formas en el aire). «Cuando el aire o el agua pasan por una estructura circular, se crean vórtices en el recorrido. Cuando la frecuencia de aparición de estos coincide con la frecuencia de resonancia de la estructura, ésta comienza a absorber la energía», señala.
Gracias a una serie de procesos físicos más complejos, Vortex es capaz de haber conseguido unas eficiencias de conversión de energía cinética del aire muy altas. En este punto, cabe señalar que el límite del vórtice está en el 40%. A partir de ese momento, los aerogeneradores se paran. Por hacernos una idea, los molinos de siempre, hoy en día, llegan a una tasa de 49. «Nosotros estamos aún lejos de conseguir esas eficiencias tan perfectas, y es la consecuencia de que la eólica tradicional lleve 60-80 años de perfeccionamiento donde nosotros llevamos 10», explican desde la empresa.
Aplicando estas tecnologías ya maduras en el mercado y otros principios físicos de dinámica de fluidos, se ha maximizado la geometría del mástil y los materiales con los que se fabrica para que el viento pase y genere esos vórtices. «La estructura empieza a absorber la energía por resonancia elástica. Comienza una oscilación perpendicular a la dirección del viento y, al tener movimiento, se puede convertir en energía eléctrica con instrucciones de magnética», ahonda Piñero.
Estos aerogeneradores son de dimensiones mucho más reducidas que los tradicionales molinos. Eso, unido a que no tienen aspas, les permite poder instalarlos en zonas de dimensiones más reducidas.
Según la compañía, el movimiento que generan estos aerogeneradores es inofensivo (aseguran que, cuanto más grande es el dispositivo, más lento oscila). Además, detallan que son huecos y que el ruido que producen está prácticamente igual del umbral del propio viento. Como no gira, sino que oscila, esto es posible.
Estas características hacen que permitan ser colocados en zonas urbanas o incluso protegidas. Además, según la empresa, interfieren menos con las señales de radio que otras alternativas de energía renovable, por lo que pueden ser colocados en aeropuertos o espacios militares.