Bajo la moderación de Nikitza Chávez, gerente Legal y Oficial de Cumplimiento de Solgas, expertos del sector energía brindaron sus opiniones acerca de cómo se manejan los subsidios en el sector energía, en el marco de las conferencias de Perú Energía Norte, evento organizado por Prensa Grupo.
Miguel Jaramillo, economista senior del Consejo Privado de Competitividad, mencionó que los subsidios vinculados al sector energía y a otros sectores en particular no son necesariamente malos, “pero van a depender de cómo o por qué se aplican”.
Señaló que los subsidios a la energía pueden servir para alcanzar metas específicas. Por ejemplo, pueden ayudar a proporcionar energía asequible a personas de bajos ingresos, corregir en los mercados las externalidades no valoradas, inducir al aprendizaje de tecnologías o a la reducción de costos para adoptar nuevas tecnologías, reducir la dependencia de un país a las importaciones, etc.
“Pero el diseño se este tipo de políticas tiene que calibrarse de una manera muy fina, pues de lo contrario puede generar ineficiencias o inequidad, o problemas medioambientales”, apuntó.
Giovanni Casaretto, miembro del Sub Comité de Plantas Envasadoras de GLP, de la SNMPE, indicó que los subsidios en el sector energía enfocados básicamente a los hogares son necesarios, sobre todo en condiciones como las que estamos viviendo actualmente.
Con respecto al vale FISE, dijo que, de acuerdo con el programa de beneficiarios de este vale a febrero del 2022, solo hay 718 mil hogares que son beneficiados, del universo de 1 millón 872 mil hogares que están en el programa; es decir, menos del 38%.
“Comenzamos con un universo de 1 millón 872 mil hogares que están en este programa FISE, pero solo hay 718 mil hogares que sí son beneficiados hoy en febrero de 2022”, remarcó.
Con respecto al mercado eléctrico, Diego Díaz, asociado de Grupo Macro, comentó que el FISE y el FOSE buscan beneficiar a los usuarios más vulnerables; sin embargo, tienen diferencias en cómo se financian.
Explicó que el Mecanismo de Compensación de la Tarifa Eléctrica Residencial es financiada con los recursos del FISE (Fondo de Inclusión Social Energético), mientras que el FOSE (Fondo de Compensación Social Eléctrica) es un subsidio cruzado entre usuarios regulados.
“El gobierno debe tener como ambición, no que los usuarios libres paguen más, para que los usuarios regulados paguen un poco menos, sino que ambos puedan acceder a una tarifa eléctrica competitiva”, resaltó.
Por su parte, Samuel Vásquez, presidente de la Sociedad Peruana de Gas Licuado (SPGL), se refirió al problema de que el Fondo de Estabilización de los Precios de los Combustibles Derivados de Petróleo (FEPC) tenga incluido al GLP como dos y hasta tres productos distintos, cuando debe ser un mismo producto. Señaló que esto da lugar a más informalidad.
“En un mercado donde tienes un precio más alto que otro de un mismo producto, el informal compra el más barato y lo vende por el más caro. Y eso se ha incrementado en los últimos meses”, sostuvo.
Sobre la informalidad, Nikitza Chávez, gerente Legal y Oficial de Cumplimiento de Solgas, indicó que este tema involucra a más allá del regulador, es decir, a muchas más instituciones que deberían estar comprometidas en la lucha contra la informalidad que tiene que ver también con un tema de seguridad.
“El tema de la seguridad es lo más importante, y eso es lo que no se cuida en un mercado informal y esto es un trabajo de todos”, dijo en otro momento.