La compañía Shell anunció en un comunicado, el lunes 28 de febrero, que planean salir de todos los proyectos conjuntos que tienen con el gigante ruso Gazprom debido al ataque bélico en Ucrania.
La firma anglo-holandesa indicó que renunciará a su 27,5% en la instalación de gas natural licuado de Sajalin-II, así como al 50% en los proyectos petrolíferos de Salym y Gydan, en Siberia.
“Nuestra decisión de partir fue tomada con convicción”, aseguró el director general de Shell, Ben van Beurden, en un comunicado transmitido a la Bolsa de Londres.
Shell se encontraba en territorio ruso desde principios de la década de 1990, cuando llegó para involucrarse en el proyecto Sakhalin. La firma explota tanto petróleo como gas natural.
BP también indicó que su director general, Bernard Looney, dimitía del 19.75% de su participación del grupo Rosneft “con efecto inmediato”, así como otro administrador nombrado por BP, su exdirigente Bob Dudley.
La firma estaba presente desde hacía más de 30 años en Rusia.
“El ataque de Ucrania por parte de Rusia es un acto de agresión que tiene consecuencias trágicas en la región”, comentó el presidente del consejo de administración de BP, Helge Lund.
Las reacciones no se hicieron esperar y las acciones de la compañía cayeron cerca del 7% el lunes en la Bolsa de Londres.
No obstante, sus decisiones ahora ejercen presión sobre los inversionistas extranjeros restantes, incluidos Exxon Mobil Corp. y TotalEnergies SE, de Francia.
Sin socios
De acuerdo con Bloomberg, Rusia, proveedor de alrededor del 10% del petróleo del mundo y más del 15% de su gas, irá cada vez más solo.
“De la noche a la mañana, Rusia ha perdido asociaciones occidentales que tomó décadas construir”, dijo Ahmed Mehdi, analista de Renaissance Energy Advisors, una consultora.
Equinor ASA, el mayor productor de petróleo de Noruega, también ha dicho que abandonará todos sus negocios en Rusia.