Las naves que recalan en el puerto del Callao se quedarán sin suministro de combustibles debido a la paralización de operaciones en los cuatro terminales multiboyas de refinería La Pampilla, que ordenó el Ministerio del Ambiente a través del OEFA.
Así lo advirtió la Asociación Peruana de Agentes Marítimos (APAM), que exigió al Gobierno que, si no cuenta con un plan de contingencia que coberture ese 60% del suministro de combustible al mercado de transporte marítimo, deje sin efecto el cierre de la refinería.
“Pedimos al Ejecutivo ponderación en la toma de decisiones si no se cuenta con un adecuado plan de contigencia que coberture el 60% del mercado del bunkering para naves. Exigimos que, por el bien del país, se deje sin efecto esta medida, que calificamos como apresurada”, refirió APAM.
Para la APAM, el cierre de la refinería es una medida apresurada, adoptada sin evaluar los daños colaterales que se iban a derivar de ese cierre, habida cuenta -indica- que Repsol abastece en un 60% el mercado de bunkering para naves, y considerando, además, que Petroperú no participa en dicho abastecimiento
Para Carlos Gutiérrez, gerente general de la Asociación de Empresas de Transporte Aéreo Internacional (Aetai), el suministro de turbo para aviones en el aeropuerto Jorge Chávez se puede cumplir si el Gobierno no tiene un plan de contingencia. “El remedio puede ser peor que la enfermedad”, dijo de acuerdo a una nota de Gestión.
El exdirector de Hidrocarburos, Gustavo Navarro, señaló que Relapasa atiende cerca del 80% del turbo que usa el citado aeropuerto.
Por su parte, en un comunicado, la Confiep invocó al Gobierno garantizar el abastecimiento de combustibles en el país, y señaló que la medida adoptada por el Minam, debe ir acompañada de un plan de contingencia que garantice el normal desarrollo, precio y oportunidad de suministro.
El OEFA indicó que no pretende desabastecer de combustibles, y que requieren a Repsol que garantice al más breve plazo las condiciones para continuar operaciones sin generar impactos ambientales. Por lo pronto, indicó que el sistema de detección temprana de fugas de hidrocarburos, con que la empresa contaba desde 2016, no funcionaría en forma adecuada.