Para Jaime Mendoza, presidente del consejo directivo del Osinergmin, han pasado muchos años desde el 2006: se han emitido muchas normativas que han creado “parches” para el marco normativo del sector eléctrico actual “sin un mayor sustento de mejora”. Estos “parches”, dijo, solo generan “incertidumbre” entre todos los agentes del sector. La solución al problema es integral e implica encontrar soluciones en el corto, mediano y largo plazo.
El país debe modernizar su marco regulatorio eléctrico para posicionarse sólidamente y acometer la transición energética, una tendencia imparable en el mundo. Pero antes hay que hacer tareas menores e inmediatas. Una de ellas, dijo Mendoza, es crear dos mercados. “En nuestro país, la venta está atada, se vende energía y potencia como un mismo paquete, sin embargo, los contratos son financieros, y al ser así, los productos se pueden separar”, dijo.
En la mayoría de países del mundo, todos venden estos dos productos de manera separada: potencia y energía. En Colombia, en Brasil y en México se vende separada. Pero no en el Perú. En Chile también se vende atada, pero se privilegia la energía por sobre la potencia. Esta forma más flexible de la venta de electricidad por potencia y energía permitirá un mercado más flexible y más adecuada a los tiempos, lo que permitirá el ingreso de más plantas eólicas y solares.
Una idea planteada por Mendoza en el Perú Energía Bicentenario es vender la energía por bloques horarios, como ya se hace en otros países, y a través de estos bloques horarios (punta, media y base), “las solares podrían vender en media y base, por ejemplo”. “No todas las tecnologías pueden dar en punta toda su potencia”, dijo. “Los proyectos de energías renovables, de ese modo, ya no tendrán barreras. Esta es una medida de corto plazo”. En el corto plazo, sostuvo Jaime Mendoza, se busca mitigar las “distorsiones actuales del modelo regulatorio”.
Largo plazo
En el largo plazo, en el Osinergmin creen que la modernización de la regulación es impostergable dado que la electrificación mundial de todo es un hecho y el Perú debe estar “preparado acorde a los tiempos”. “Lo que viene es la transición energética”, remachó.
Un objetivo a largo plazo pero necesario es el fortalecimiento del marco institucional transformando el COES (Comité de Operación Económica del Sistema Interconectado Nacional) y “debería tender a evolucionar y ser un operador independiente del sistema” y para eso se “requieren ajustes” a sus normas. “Al ser un operador independiente, sus decisiones serán más neutras y ya no dependerá de las que la financian”.
Con respecto al gas natural, el país debería fomentar la competencia interna. “El desarrollo del gas natural ha sido muy limitado: tenemos un solo productor, y este no es un desarollo como se debe” y por tanto hay que “revisar el marco regulatorio” para dinamizar el mercado del gas natural en el Perú.