Día: marzo 16, 2022

Repsol inició ayer el pago del adelanto de compensación a los afectados por el derrame originado por el buque Mare Doricum el pasado 15 de enero en la Refinería La Pampilla. Los pescadores recibieron S/3,000 como adelanto parcial de las compensaciones económicas para mitigar el impacto en sus actividades laborales y que ha reducido sus ingresos.  «Este adelanto de compensación se suma a las ayudas de primera emergencia otorgadas por Repsol como parte de su compromiso con los afectados», explica la petrolera en un comunicado, que el pasado 4 de marzo firmó un acuerdo con el Gobierno del Perú que beneficiará a pescadores y comerciantes agrupados en un padrón único consensuado de 5,593 personas.  Según el acuerdo, los afectados por el derrame que han sido debidamente identificados a través del censo realizado por INDECI y consensuado con la compañía, recibirán un adelanto parcial de compensación para mitigar el impacto que han constatado en sus ingresos laborales.  La compañía ha firmado ya acuerdos de adelanto de compensación con 11 asociaciones de pescadores. Repsol continúa con las gestiones para que los miembros de estas, así como el resto de afectados que completan el padrón único realizado por INDECI y consensuado por la compañía, reciban sus correspondientes adelantos de compensación de S/3,000.  Desde enero, Repsol viene dando soporte de primera necesidad a personas agrupadas en 82 colectivos de pescadores y comerciantes de Chancay, Ancón, Santa Rosa y Ventanilla. Ha entregado hasta la fecha más de 7,000 vales y tarjetas de S/500. La compañía también coordinará con los colectivos mencionados el desarrollo de planes de apoyo a medio y largo plazo.

Anglo American completó con éxito una prueba en el mar utilizando biocombustible mezclado con fuel oil de muy bajo contenido de azufre (VLSFO, en inglés), reduciendo las emisiones de carbono en aproximadamente un 10 %. La prueba demuestra aún más el potencial del biocombustible sostenible para ser utilizado como carburante «directo», mejorando su viabilidad para ayudar a reducir las emisiones en el sector del transporte marítimo. El combustible se mezcló y almacenó en Singapur, lo que marcó un paso importante en el establecimiento de una cadena de suministro local y una oferta de biocombustible rentable y baja en carbono para la región. «Conectar a nuestros clientes con los metales y minerales que necesitan de una manera que sea segura, eficiente y sostenible es una prioridad clave para nosotros. El año pasado, describimos nuestra ambición de transporte marítimo controlado y neutral en carbono, una extensión natural de nuestro compromiso de descarbonizar nuestras operaciones mineras para 2040. Esta prueba forma parte de esos esfuerzos y nos ayudará a reducir las emisiones en toda nuestra cadena de valor», dijo Peter Whitcutt, director ejecutivo del negocio de marketing de Anglo American. Anglo American utilizó una mezcla compuesta por VLSFO, el combustible marino convencional más utilizado en la industria, mezclado con un 10 % de biocombustible de segunda generación procedente de aceite de cocina usado. El uso de la mezcla resultó en una reducción de aproximadamente un 10 % en las emisiones de carbono en comparación con el uso de 100 % VLSFO. Un equivalente funcional a los combustibles líquidos existentes, esta mezcla es compatible con los motores de embarcaciones existentes y no requiere modificación de infraestructura. Esta es la segunda prueba marina de biocombustibles de Anglo American: la primera, realizada en junio de 2021, utilizó una mezcla de biodiésel producida mediante la conversión de aceite de cocina usado de la industria de alimentos y bebidas de Singapur y redujo las emisiones de carbono en aproximadamente un 5%. «Nuestra primera prueba demostró nuestras capacidades y compromiso para tomar medidas. Ahora hemos tomado esos aprendizajes y los hemos aplicado para explorar la mejor manera de operacionalizar el biocombustible en un escenario de negocios como de costumbre», agregó Whitcutt. «La transición de una mezcla de biocombustible destilado a una que usa VLSFO allana el camino para establecer el biocombustible como una opción creíble en el futuro». La prueba se llevó a cabo a bordo del granelero Friendship de Capesize, propiedad de Seanergy Maritime, fletado por tiempo por la compañía naviera japonesa NYK Line y fletado por viaje por Anglo American. La mezcla de biocombustibles, proporcionada por TotalEnergies Marine Fuels, se utilizó para alimentar el 50 % de un viaje de ida y vuelta desde Singapur a la Bahía de Saldanha en Sudáfrica, donde se cargó un cargamento de mineral de hierro de Anglo American. El componente de biocombustible de la mezcla cumplió con los requisitos de especificación del sistema de Certificación Internacional de Sostenibilidad y Carbono (ISCC), un estándar líder en la industria que cubre todos los materiales de base biológica. Al aumentar el porcentaje de biocombustible en pruebas futuras, Anglo American tiene como objetivo buscar más reducciones de emisiones de CO2 como parte de un marco de descarbonización más amplio para su flota alquilada.

La corporación italiana de energía Enel apuesta en el Perú por un plan de inversiones en energías renovables y, además, destaca la creciente tendencia que se vive en el Perú por la cada vez mayor demanda de energías “verdes” por parte de clientes y empresas. “Es interesante cómo las empresas se están volcando a pedir energía ‘verde’ para ser más sostenibles y disminuir su huella de carbono”, comenta Marco Fragale, country manager de Enel Perú. El country manager explica que, actualmente, la demanda empresarial de renovables se apalanca en clientes nuevos, pero también en clientes ya existentes que ahora piden fuentes de energía más limpias. El CEO explica que ese interés se refleja en el número de compañías que les compran energía renovable y han solicitado certificados por ello. En 2019, lo pidieron solo seis. En 2020 la cifra subió a 11. En el 2021, fueron 36 las empresas locales que lo requirieron, de acuerdo con Forbes Perú. “El pedido de energía renovable se incrementa cada año”, añade Fragale. El ejecutivo señala que, a la fecha, en su pipeline peruano cuentan con proyectos en diversas fases: estudio, búsqueda de contractos, construcción y desarrollo. “Es un pipeline que abarca todo el Perú, tanto el norte como el sur, [con] tecnología solar como eólica”, dice el ejecutivo de acuerdo con el mencionado medio. Desarrollos y plan de inversiones La compañía ya ha empezado a desarrollar el 8% de la capacidad de su cartera de proyectos de energía renovable, que incluye la solar Clemesí (122 MW) y la eólica Wayra II (177 MW) que están en plena construcción y que entrarán en funcionamiento en el segundo trimestre del 2023. Su capacidad ya está parcialmente vendida. “Solo falta [vender] una parte [de la capacidad de las plantas]”, acota el gerente. El pipeline completo (es decir, el 100% de sus proyectos) que la compañía italiana desea ejecutar en el país produciría hasta 4 gigavatios (GW). Fragale apunta que cuentan con proyectos que podrían entrar en desarrollo hasta 2027. “Claramente, no todos los proyectos del pipeline se van a realizar al final, pero hay que proyectos que salen y [otros] que entran. Entonces, siempre hay un pipeline sólido, que nos dice que hay una oportunidad real de desarrollo fuertísimo de las [energías] renovables en el Perú”, afirma. La apuesta por un pipeline renovable de Enel en Perú se explica no solo por la disponibilidad en abundancia de los recursos solar y eólico en su territorio, sino también porque –gracias al evolución y el abaratamiento de las tecnologías de generación de energía renovable– la ejecución de los proyectos en el mercado es más rápida. La compañía italiana calcula que Clemesí y Wayra II demorarán entre 16 y 18 meses. A dicha agilidad, que Fragale compara con la construcción de centrales hidroeléctricas o térmicas, se suma el atractivo “verde” de los proyectos.