“Todos los años invertimos más de 30 millones de dólares en obras de geotécnica de contención para que el ducto [de Camisea] sobreviva a la siguiente época de lluvia”, afirmó Tomás Delgado, gerente general de Transportador de Gas del Perú (TGP), durante el segundo día de Perú Energía 2024, evento organizado por Prensa Grupo SAC.
En el marco de su presentación titulada «Desafíos para el desarrollo de infraestructura de transporte de gas natural y su rol en el proceso de masificación en el país», contextualizó que el ducto de Camisea “es uno de los ductos más costosos del mundo por kilómetro”.
Justificó este alto costo por la ubicación geográfico del ducto de Camisea, el cual se extiende a lo ancho de la selva, sierra y costa peruana, siendo que en cada región se presentan distintas dificultades para su operación y mantenimiento.
“En la selva, el ducto está enterrado por un tema ambiental y la única forma de llegar a él es vía aérea; en la sierra el ducto atraviesa diversas zonas de elevadas alturas, y en la costa el ducto está a nivel de superficie y es un deber la interacción con las comunidades”, puntualizó
Reinyección del gas
Además, Tomás Delgado sostuvo que en el yacimiento de Camisea se reinyectan constantemente 300 millones de pies cúbicos de gas natural, debido a que la demanda local es insuficiente y esto último desalienta la actividad de exploración de hidrocarburos en el país.
“En Perú hay muy pocos pozos exploratorios porque no se está explorando, y si no hay incentivos para explorar es porque no hay demanda, y eso ha hecho que el desarrollo de infraestructura de transporte de gas natural sea más lento”, problematizó.
Mucho gas, poca infraestructura
Posteriormente, el gerente general de TGP dio cuenta que el Perú apenas tiene instalada una red principal de ductos de gas natural de 900 km, en comparación con Argentina, Brasil y Colombia, los cuales han desplegado una red de 16 mil, 19 mil y 4 mil kilómetros, respectivamente.
“El ducto de Camisea se construyó hace más de 20 años y no ha habido más ductos. Para un país como el nuestro, con unas reservas [de gas natural] tan grandes, es un gran desafío, pero también una gran deuda. Transporte el gas por camiones nos resta competitividad”, meditó.