El presidente del Comité Consultivo de Transporte Sostenible, Erick García, expuso que las emisiones de los vehículos y la generación de energía entre las principales fuentes de contaminación atmosférica en la región de América Latina y el Caribe.
“Cada año se producen 11 mil muertes en Lima y Callao por contaminación del aire y se generan costos en salud superiores a US$ 1.5 mil millones. Además, la contaminación vehicular en Lima reduce la expectativa de vida en 2.2 años en promedio”, precisó.
Mencionó que la falta de implementación de sistemas integrados de transporte ha ocasionado que Lima se convierta en la ciudad con mayor congestión vehicular de Latinoamérica y que el tiempo realizar un viaje de 10 km en la capital demore 27 minutos.
Respecto al balance energético, Erick García comentó que el transporte consume el 43% de la energía de todas las actividades del Perú, pues “está presente en todas las actividades económicas y es el que más demanda energía a nivel nacional”.
Aseveró que el sector transporte utiliza mayoritariamente hidrocarburos que no son producidos en el Perú, como el diésel, la gasolina y el GLP, cuyos volúmenes de importación representan el 37%, 12% y 12% de la canasta energética, respectivamente.
A criterio suyo, el objetivo del transporte sostenible se alinea a la Política Energética Nacional del Perú, el cual resalta la necesidad de aprovechar eficientemente los recursos renovables y no renovables para mejorar la calidad de vida de la población y las actividades productivas.
“La Política Energética Nacional establece nueve objetivos al 2040, en donde 3 objetivos están relacionados al transporte: brindar energía a todas las actividades, entre ellas el transporte; lograr la autosuficiencia energética; y reducir emisiones”, indicó.
Erick García complementó que la transición energética es un concepto que conlleva a la realización de acciones para reducir emisiones mediante el desarrollo y aprovechamiento de los recursos energéticos disponibles en cada país.
“La transición energética tiene una receta única para cada país, es decir, no podemos replicar recetas de otros países, porque cada uno tiene una realidad energética diferente. En el caso del Perú, tenemos gas y electricidad a precios regulados, mas no diésel, gasolina y GLP”, arguyó.