Catar, uno de los mayores productores mundiales de gas natural licuado (GNL), inauguró el martes su primera planta de energía solar, con una inversión de alrededor 470 millones de dólares.
Situada en Al Kharsaah, al oeste de Doha, este parque con más de 1,8 millones de paneles fotovoltaicos ocupa 10 km2.
Esto la convierte en «uno de los mayores de la región», según el ministro de Energía y presidente de Qatar Energy, Saad Sherida al-Kaabi.
Con una capacidad de 800 megavatios, el proyecto lanzado en 2016 y operativo desde junio pretende cubrir el 10% del consumo eléctrico del país.
La empresa japonesa Marubeni (20,4%) y la francesa TotalEnergies (19,6%) impulsaron la planta.
Según los organizadores de la Copa del Mundo Catar-2022, que prometen un mundial neutro en carbono, esta planta suministrará electricidad a los estadios.
Catar anunció a finales de agosto otros dos grandes proyectos fotovoltaicos, que deberían duplicar su producción.
El parque solar de Al Kharsaah debería «ampliarse» antes de 2035, dijo el ministro.
Sin embargo, el emirato va por detrás de sus vecinos del Golfo.
Arabia Saudita anunció este año su intención de superar el umbral de los 5 GW para 2030, y en los Emiratos Arabes Unidos existen plantas de energía solar desde hace casi una década.