El Secretario Ejecutivo de la OLADE, Andrés Rebolledo, indicó que el nuevo Indicador de Inflación Energética para América Latina y el Caribe será una herramienta de gran utilidad que medirá la variación de los índices de precios al consumidor (IPC) de la canasta energética a nivel regional y que será publicado mensualmente, ofreciendo una visión actualizada y detallada de la dinámica de los precios energéticos en nuestra región.
La inflación energética anual de América Latina y el Caribe (ALC) en marzo de 2024 (respecto a marzo de 2023) fue de 1.96%. Esto refleja una etapa de estabilización de precios de la energía en la mayoría de las economías regionales, luego de la tendencia ascendente producida entre 2021 y principios de 2022.
Hasta junio del 2022 la inflación energética fue en alza como consecuencia de tres escenarios: el conflicto Rusia – Ucrania, el desmantelamiento de los subsidios aplicados previamente durante la pandemia en varias economía y la recuperación económica post pandemia.
El crecimiento moderado que presenta el indicador durante el segundo semestre de 2023 e inicios del 2024, responde a la vinculación que tienen los precios de los combustibles en muchos países con el precio internacional del petróleo, el cual ha sido volatil, pero ascendente en la mayor parte de dicho período.
Por otra parte, el peak de la inflación energética en los países OCDE se alcanzó en junio de 2022, cuando se registró una variación anual de 40.48% en el índice de precios. De hecho, el porcentaje del PIB que se gastó en el consumo final de energía en el año 2022, se incrementó 2 veces respecto al 2021.