Durante el panel «La minería y la movilidad del futuro», realizado en Transporte Sostenible, José Estela, superintendente de Proyectos Energéticos de Minera Poderosa, resaltó que la productora aurífera está experimentando la transición energética mediante la compra y autogeneración de energías limpias y la migración de sus vehículos a unidades eléctricas.Explicó que Poderosa concentra cerca del 50% de sus emisiones en el transporte y cuenta con una flota superior a 400 vehículos que emplean diésel actualmente, por lo que se configura como la actividad con la mayor huella de carbono y ha requerido la formulación de un plan de transporte sostenible para migrar hacia la electromovilidad.“Nuestro primer bus eléctrico llegó sin problemas a la planta procesadora Santa María, con un torque muy bueno e inclusive mejor que un bus de combustión. Hasta el momento, los reportes de funcionamiento son exitosos y tenemos planeado colocar dos electrolineras adicionales para este bus y las futuras unidades eléctricas que vendrán”, dijo José Estela.Enfocado en la reducción de emisiones en sus distintos alcances, Evelyn Serrano, gerente de Logística de Nexa Perú, ejemplificó que la empresa cambió a algunos de sus proveedores por otros más cercanos a la unidad minera, a fin de reducir la cantidad de flota y el kilometraje recorrido; así como también ha implementado un área especializada en el monitoreo y medición de emisiones en las distintas actividades de la operación minera.Respecto a la electromovilidad aplicada a unidades de carga pesada para el sector minero, la especialista señaló que este es un escenario “a mediano plazo” y que la conversión de toda la flota minera a vehículos eléctricos “es complicado”; por ende, consideró que lo mejor es utilizar las tecnologías existentes para la actividad del transporte, como el GNV y el GLP, pues los objetivos de sostenibilidad y reducción de huella ambiental “es una urgencia”.“Nexa ha introducido montacargas eléctricos en refinería y otros equipos eléctricos en mina subterránea. También trabaja con camiones GNV para el traslado de material de suministro. Además, el año pasado realizó prueba con hidrogeno en unidades de transporte y logró una reducción del 12% del uso de diésel en Cerro Lindo”, afirmó Evelyn Serrano.Por su parte, Luis Barthé, gerente general de Transportes Sol del Pacífico, destacó que la compañía proveedora de servicios de transporte comenzó, este año, a importar camiones a GNL y cuenta con una flota relevante con este energético, la cual ya está prestando servicios a una empresa minera y ha encontrado buena receptividad por parte de sus clientes.Reconoció que, durante el inicio de la transición energética de la flota vehicular de la compañía, existió desconocimiento y temor de los conductores; no obstante, pudo superar estos desafíos gracias a los programas de capacitación y entrenamiento, a través del cual los operadores ampliaron sus conocimientos sobre los beneficios del transporte gasificado.“Nosotros operamos en zonas por arriba de los 4000 msnm. En estos lugares, utilizando GNL, tranquilamente y sin mayor costo, se puede poner calefacción como en el primer mundo. Es viable y seguramente se necesitaría la colaboración del Estado”, dilucidó Luis Barthé sobre las oportunidades del gas natural para la población, más allá del transporte.