El Ministerio de Energía y Minas (MINEM) trabaja en políticas y programas para permitan intensificar el uso de gas natural vehicular (GNV), gas natural licuado (GNL) y gas natural comprimido (GNC) en el transporte de personas y de carga pesada a nivel nacional; de manera que el país reduzca progresivamente su dependencia a combustibles derivados del petróleo.
Desde 2009, el MINEM impulsa el uso de energéticos más limpios mediante la aplicación de gasoholes, que permiten reducir las emisiones contaminantes y cuentan, a la fecha, con una participación de 84.2% en el parque automotor a nivel nacional, siendo Lima el departamento con mayor consumo de ese combustible (32%).
Sumado a ello, el 2021, este Ministerio aprobó la normativa para el uso de gasolinas y gasoholes con categorías regular y premium, especificando que dichos combustibles deben tener un bajo contenido de azufre (menor a 50 partes por millón), contribuyendo así, a mejorar la calidad del aire y la calidad de vida.
A fin de continuar con la política del uso de energía más limpia y eficiente, el MINEM busca reducir la demanda nacional de diésel y reemplazarla paulatinamente con el gas natural, como parte de la transición energética.
A la fecha, el 77% del parque automotor usa gasolina y el 10% usa Diesel con destino al uso vehicular; sin embargo, este último combustible, pese a tener un menor porcentaje de consumidores, utilizó el 49% de la energía usada, en comparación con la gasolina y gasohol que, con mayor número de usuarios solo utilizó el 30%.
Además de ello, la demanda de Diesel es abastecida con 135 MBPD, la cual es atendida con producción local en un 30% e importaciones en un 70%; sumado a ello, la variación de los precios internacionales impacta directamente en los precios locales, los cuales también son afectados por la oferta y demanda, factores externos, entre otros.
Fomentar el uso del GNV, GNL y GNC, además de contribuir en la mejora de calidad del aire, permitirá un importante ahorro económico para vehículos particulares, empresas de transporte interprovincial, buses públicos, entre otros sectores productivos; impactando así en la reactivación económica de la población.
De esta manera, se coadyuvará a satisfacer la demanda nacional de combustibles de manera confiable, regular, continua y eficiente; y contribuirá a disminuir las importaciones de diésel, reduciendo el riesgo de abastecimiento ya que el suministro depende de fuentes externas.