PetroTal, que opera el Lote 95 en Loreto, informó que seguidores de la Asociación Indígena de Desarrollo y Conservación de Bajo Puinahua (Aidecobap) liderados por Wellington Pacaya retuvieron, el pasado viernes 25, una barcaza con una carga de petróleo crudo adquirida a la petrolera, “tomando como rehenes a la tripulación para someter a la empresa a un chantaje y obligarla a suscribir una adenda en términos aún no convenidos entre las partes del contrato de licencia suscrito entre Perupetro y la empresa”.
De acuerdo con la tripulación, individuos que se identificaron como miembros de Aidecobap, provistos de armas de fuego, invadieron la barcaza y esparcieron gasolina en la cubierta de la embarcación, la cual estaba cargada con petróleo crudo, generando el riesgo de un posible desastre ambiental en el río y en las localidades aledañas, hecho que evidencia que los fines que persiguen son ajenos a la protección del ambiente y la salud de la población que dicen representar. Estos hechos fueron comunicados por PetroTal a las autoridades ambientales (OEFA y Jefatura de la Reserva Nacional Pacaya Samiria, entre otros).
A pesar de que el Minem ha convocado a una nueva sesión de la mesa técnica, donde se abordará la versión final de la redacción de la adenda al contrato del Lote 95, indicó la empresa que Aidecobap ha “persistido en llevar adelante un control ilegal del río realizando diversos ataques con gente provista de armas de fuego (escopetas) y lanzas contra embarcaciones que circulan por el Lote 95, poniendo en riesgos a tripulantes, al ambiente y a ellos mismos”.
“Lo más preocupante es que los seguidores de Aidecobap llevan en sus canoas a mujeres, niños y bebés a manera de escudos humanos sin importarles el riesgo al que los exponen, de acuerdo con el registro fotográfico que hemos obtenido”, aseveró PetroTal, empresa de capitales canadienses.
El 27 de noviembre, después de más de 48 horas, los tripulantes y la barcaza fueron liberados; no obstante, el control territorial por parte de Aidecobap continúa por lo que el peligro de volver a tener situaciones de peligro y violación de los Derechos Humanos persiste por la intransigencia y actitud violentista que ha adoptado la asociación. “Hacemos un llamado al Gobierno para que, en el marco de la legalidad, realice las acciones necesarias que permitan reestablecer el orden en el distrito de Puinahua, garantizar el libre tránsito en los ríos, el respeto por la salud y vida de las personas, cautelar la protección al ambiente y a la Reserva Nacional Pacaya Samiria”, solicitó PetroTal. “La medida de fuerza iniciada por Aidecobap es desproporcionada y contraria a la ley, así como a los intereses de la población que supuestamente representa”.
La empresa, que a la fecha mantiene una ininterrumpida operación en el campo Bretaña Norte, ha manifestado su voluntad de firmar con el Estado la adenda al contrato de licencia del Lote 95 para crear formalmente el Fondo de Desarrollo del Distrito de Puinahua, y señalado que el proceso de implementación del fondo tomará un tiempo prudencial para generar los debidos consensos entre todos los actores involucrados. PetroTal propone incluir en la adenda el compromiso de realizar el aporte del 2.5% del valor de la producción de petróleo siempre que la operación y el transporte de crudo en el distrito no sufra paralizaciones por conflictos sociales.