El desarrollo de la energía geotérmica en un momento de crisis de precios “es clave” en la estrategia energética, teniendo en cuenta el aprovechamiento de la “infinitud” de recursos existentes en el subsuelo español, han asegurado varios expertos consultados por EFE.
Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), dado su carácter autóctono e inagotable, el aprovechamiento de la energía geotérmica puede ser máximo, por la reducción del consumo de energía fósiles y de dependencia energética del exterior; y por el refuerzo de la seguridad de suministro.
La coordinadora de la Plataforma Tecnológica y de Innovación Española Geoplat, Margarita de Gregorio, aboga por su “incorporación al mix energético, dado el 90 % de factor de capacidad de producción” e insiste en que el control de su producción permitiría que “incluso se pudiera llegar a sustituir la carga base nuclear por carga base verde geotérmica”, aunque para eso haga falta “más geotermia profunda, capaz de generar energía eléctrica”.
La generación de la geotermia
Según De Gregorio, “los recursos de alta entalpía (temperatura), más profundos y localizados en puntos clave como Cataluña o las Islas Canarias, requieren de mayor investigación e inversión”, comparados con los recursos para energía de baja entalpía -utilizados en sistemas de refrigeración, calefacción y agua caliente en edificios y viviendas- más desarrollada en España, ya que “hay que perforar menos y el coste de generación de energía es muy competitivo”.
Mientras, en opinión del jefe de recursos geotérmicos del Instituto Geológico y Minero de España-CSIC, Celestino García de la Noceda, el principal problema para la implementación de la energía de alta entalpía es su “desconocimiento y la falta de inversión inicial” en las primeras etapas de su desarrollo, que hasta el momento solo ha sido llevada a cabo por “empresas relacionadas con perforación profunda de hidrocarburos”.
El investigador ha afirmado que “el apoyo institucional de organismos como el IDAE es clave”, ya que cuentan con programas de ayuda territorializados como los del marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia para la implantación de instalaciones de energías térmicas, o las proporcionadas a nivel estatal para redes de climatización de frío y calor de más de 1 megavatio térmico (MWt) combinada con otras fuentes renovables.
Los recursos geológicos
En la misma línea de defensa de las ayudas está el jefe del área de recursos geológicos del Instituto Cartográfico y Geológico de Cataluña (ICGC), Ignasi Herms, quien cree además que habría que implementar un esquema de fondos para mitigar riesgos geológicos y facilitar las inversiones privadas.
En el caso de la geotermia somera (aprovechamiento del calor del subsuelo), Herms cree que el problema no son las ayudas, sino la barrera administrativa del tiempo de tramitación de las autorizaciones. No obstante, ve un crecimiento constante de en torno a un 20 % anual de las instalaciones geotérmicas en Cataluña.
De hecho, según la Base de Datos de Instalaciones de Geotermia (BDIGSCat), se han registrado 50,39 MWt de potencia en agosto de 2022, y más de 800 instalaciones geotérmicas promovidas por el sector público y privado de diversas potencias.
En esa fase de crecimiento e investigación se encuentran también las Islas Canarias, quienes cuentan con una partida de 90 millones del Gobierno estatal para seguir desarrollando avances, según fuentes de la Consejería de Transición Ecológica del Gobierno de Canarias.
Las islas de mayor potencial para la geotermia de alta entalpía son Tenerife y la Palma y de media entalpía es Gran Canaria, no obstante, “habría que considerar para cada isla de interés una inversión de 30 millones de euros en sondeos de investigación”, de acuerdo a la Estrategia de la Geotermia de Canarias.