Jochen Eickholt cree que el potencial económico de Latinoamérica para descarbonizar el mundo es inmenso y debería aprovecharse
«El registro histórico del carbono no miente, y lo que ese historial nos dice es que las emisiones continúan creciendo. Cada año que pasa, liberamos más gases de efecto invernadero que el año anterior, y la tasa de crecimiento de las emisiones de tales gases aumenta de una década para otra (gases, por cierto, que continuarán atrapando calor para las generaciones venideras y crearán así un mundo que estará más caliente, más frío, más anegado, más sediento, más hambriento, más disgustado… todo al mismo tiempo)». Este es un extracto del libro Esto lo cambia todo, de la autora Naomi Klein, quien advierte que el mundo necesita de una «revolución climática» continua. Tenemos la tecnología para lograrlo y también hemos avanzado con el marco normativo necesario para lograrlo. ¿Pero tenemos la voluntad?
¿Cuántas empresas en el mundo están haciendo algo por el planeta? ¿Cuántas están cambiando su modelo de negocio y al mismo tiempo salvarnos del calentamiento global? Pues muy pocas, y una de ellas es Siemens Energy, que confía en que el mundo reaccionará antes de que sea demasiado tarde, aunque algunos expertos argumentan que ya lo es. Pero lo último que se pierde es la esperanza, y la tecnología, que es lo que ofrece Siemens Energy para descarbonizar el mundo, en otras palabras, reparar el mal que le ha hecho el ser humano al único planeta que habita. Jochen Eickholt, miembro de la junta directiva de Siemens Energy, cree que la clave para sanar el mundo la puede tener Latinoamérica, excepcional fuente de energías renovables convencionales y no convencionales.
«Desde el punto de vista económico, Latinoamérica tiene el potencial para convertirse en un exportador de formas de energía» para el mundo, reveló durante el Latin America Energy Week. Actualmente la empresa que dirige Eickholt desarrolla un proyecto de e-fuels en Chile que tiene como destino la exportación de millones de litros de este combustible sostenible para Alemania. El proyecto piloto “Haru Oni”, llevado a cabo en la región de Magallanes, aprovecha las excelentes condiciones del viento en el sur de Chile para producir combustible no contaminante a partir de energía eólica renovable. «América Latina tiene un papel importante que desempeñar en la descarbonización», agregó luego… Puedes visitar la edición digital de la revista Energiminas para seguir leyendo esta interesante entrevista y enterarte de más haciendo clic aquí.