La crisis energética se convirtió en el principal catalizador de la energía fotovoltaica para Europa, donde prevén que la instalación de este tipo de fuente para 2023 supere los 50 Gigawatts (GW) por primera vez en la historia.
De acuerdo con el estudio Panorama del mercado de la UE para la energía solar 2022-2026, elaborado por la Organización No Gubernamental (ONG) Solar Power Europe el año que recién concluyó podría ser recordado como “el año en que realmente comenzó la era solar”.
“La actual crisis energética inducida por los combustibles fósiles y la energía nuclear ha puesto a la energía solar en el centro de atención como nunca antes”, advierte el estudio.
Esto se debe a que la energía solar fotovoltaica cumple las tres casillas del “trilema” energético mundial, es decir, la sostenibilidad, asequibilidad y seguridad del suministro.
El documento añade que esta fuente es menos costosa y más versátil, al tiempo que es más fácil de implementar. “Solo la energía solar puede potenciar la autosuficiencia energética individual. Ya es hora de reconocer la realidad del panorama energético y tomar la energía solar en serio”, comentan los autores del estudio.
De acuerdo con el panorama planteado por el documento, el cierre de 2022 marcó un hito, pues se convirtió en la primera vez en la historia que 26 de los 27 integrantes de la UE superaron un gigawatt de capacidad instalada.
Además, cifras preliminares apuntan a que en 2022 la capacidad instalada se ubicó en 41.4 GW, un incremento anual de 47 por ciento, mientras que es más del doble de lo instalado en 2020.
“Confiamos en que un mayor crecimiento anual del mercado superará todas las expectativas, superará el nivel de implementación de 50 GW en 2023 y más del doble desde hoy a 85 GW en 2026. Si bien este es el pronóstico “más probable”, podríamos ver hasta 68 GW instalados el próximo año, y cerca de 120 GW de instalación anual en cuatro años”, adelantan.
Solar Power Europe aseguró que la ola fotovoltaica de los próximos años será “sísmica”, pero urgió a los creadores de políticas públicas y a la cadena de valor europea a impulsar cinco puntos en particular.
El primero de ellos se centra en ampliar el grupo de instaladores solares, pues aseguran que la falta de técnicos cualificados para instalar y conectar a la red sus sistemas solares impidió que más europeos se independizaran de las importaciones de gas, por lo que solucionar el cuello de botella de la instalación es la máxima prioridad.
En segundo término, la ONG pidió mantener la estabilidad regulatoria, pues lanzar señales incorrectas sobre intervenciones del mercado estatal pueden disminuir el impulso solar actual.
También solicitaron prestar atención a la red eléctrica, pues las partes interesadas en la energía solar informan cada vez más sobre problemas de conexión a la red, tanto en los niveles de transmisión como de distribución.