Durante el evento PERÚ ENERGÍA Norte, se desarrolló el panel “Masificación del gas natural del noroeste: Avances, impacto social logrado, recursos disponibles y ¿qué se necesita para ampliar su alcance industrial, vehicular y domiciliario?”. Un espacio que hizo un llamado común: asegurar políticas estables, infraestructura suficiente y coordinación permanente entre Estado, empresas y gobiernos locales para consolidar la masificación del gas natural en el noroeste peruano.
Javier Bereche, vicepresidente de la Cámara de Comercio y Producción de Piura, abrió el panel destacando la importancia estratégica de Piura en la industria del gas y el rápido crecimiento del servicio desde su inicio comercial en 2022. Señaló los avances en la expansión domiciliaria, pero también advirtió sobre desafíos clave: convertir el gas natural en política de Estado, fortalecer el FISE sin generar trabas, y, sobre todo, invertir en más gasoductos para asegurar un sistema de abastecimiento robusto y competitivo.
Alexandra Boero, gerente de Asuntos Corporativos de Promigas Perú, destacó que la masificación del gas natural en el norte del país —activa desde 2017— ha logrado conectar ya a 1.5 millón de peruanos, reduciendo brechas de pobreza energética y generando ahorros directos para los hogares. Explicó que el gas natural es un recurso nacional con precios estables, sin la volatilidad internacional del GLP, lo que ofrece seguridad y accesibilidad a las familias.
Detalló que las concesiones operan mediante gasoductos y sistemas virtuales (GNL y GNC), lo que permite llegar incluso a zonas donde aún no es posible instalar ductos. Según Boero, las 350 mil familias conectadas en el norte registran ahorros promedio equivalentes al 10% de su canasta familiar, un beneficio especialmente relevante para sectores de bajos ingresos. Además, más de 370 pequeños negocios, 120 industrias y más de 18 mil vehículos —entre livianos y pesados— ya utilizan gas natural, reforzando el impacto económico y ambiental.
Por su parte, Luis Carbajal, director de Gas Natural del Ministerio de Energía y Minas, expuso las lecciones aprendidas desde el Minem. Recordó que el desarrollo del gasoducto de Piura, de 300 kilómetros, exigió una coordinación estrecha entre el Estado, los concesionarios y los gobiernos locales para destrabar permisos y cumplir los plazos. Señaló que hoy el norte es ejemplo de avance acelerado, con más de 70 mil usuarios en Piura y más de 300 mil en el conjunto de la concesión norte.
Carbajal adelantó que el Minem trabaja en actualizar el marco normativo para facilitar nuevas concesiones, ampliar la infraestructura y promover proyectos como el “corredor azul” de transporte pesado a GNV. Insistió en que el Estado tiene la misión de “modernizar reglas, dar señales claras al mercado y asegurar que el desarrollo llegue a hogares, industrias, comercios y hospitales”.
Francisco Torres, director ejecutivo del Fondo de Inclusión Social Energético (FISE), resaltó que el Fondo ha sido determinante en el desarrollo de infraestructura. En la zona norte, el FISE ha financiado 900 kilómetros de redes y facilitado más de 154 mil nuevas conexiones. Aunque los resultados superan lo proyectado, Torres enfatizó que el reto continúa: “Piura es una región amplia y aún queda mucho por cubrir”. Recordó que el FISE no solo impulsa gas natural, sino también electricidad y GLP, como parte de una estrategia integral de acceso energético.