Las Empresas B se rigen en pro de los pilares que son: comunidad, medio ambiente, gobernanza, trabajadores y clientes. Su objetivo, más allá del bienestar financiero, es que el impacto que tengan sea siempre positivo, algo que el mundo necesita para seguir existiendo.
Para que una empresa pueda ser próspera no solo en el presente sino también en el futuro, debe ser consciente de su alrededor y de todo el impacto que conlleva su actividad tanto para la sociedad como con la naturaleza.
Las empresas B Certificadas responden a estas necesidades de ser conscientes frente a lo que conocemos: construir una nueva economía en que el éxito y los beneficios financieros incorporan bienestar social y ambiental.
- ¿Por qué se denominan Empresas B?
Se les conoce así a aquellas empresas que reciben la Certificación entregada por B Lab, una entidad sin fines de lucro cuyo objetivo es crear las condiciones necesarias para que prosperen las empresas con vocación sostenible.
Las empresas B se diferencian de las demás por trabajar para un sistema económico inclusivo, equitativo y regenerativo, que busca que el éxito de una empresa no solo se mida por los factores financieros, sino también por la gestión del impacto que tienen en las áreas de comunidad, medio ambiente (empresas sostenibles), gobernanza (transparencia), trabajadores y clientes, convirtiéndolas en un enfoque de responsabilidad en sus 360° grados.
- ¿Por qué necesitamos más empresas B?
Según la más reciente investigación de las Naciones Unidas, nos encontramos en un momento decisivo para hacer frente al cambio climático, ya que si no hacemos nada las consecuencias serán irreversibles.
Frente a esta problemática aparece la pregunta ¿cómo podemos hacer algo?
La respuesta está clara, la sociedad, el gobierno y las empresas deben trabajar en conjunto para evitar esta catástrofe y es aquí cuando las Empresas B son necesarias. La importancia de ellas radica en su compromiso, responsabilidad y transparencia con la sociedad y el planeta.
- ¿Por qué debemos tener Empresas B en Perú?
Según una investigación del Tyndall Center de la Universidad de Manchester (Inglaterra), Perú se encuentra como el tercer país con más riesgo frente al cambio climático, detrás de Honduras y Bangladesh. Esto nos deja en claro la necesidad que existe por generar un cambio frente al reto que tenemos como sociedad: tomar acción frente al cambio climático.
Si bien es cierto, en Perú la importancia que tienen los consumidores hacia las empresas responsables recién está agarrando impulso, pero esto no quiere decir que a medida que avancemos no sea algo más fuerte y que se exigirá con mayor rigor a las empresas. En tal caso debemos tomar muy en cuenta que el avance de la comunicación ha logrado que cada día el consumidor y la sociedad estén atentos y con la lupa encima de cualquier empresa. Por eso que son tan necesarias las Empresas B, ellas se rigen en pro de los pilares que son: comunidad, medio ambiente, gobernanza, trabajadores y clientes, su objetivo, más allá del bienestar financiero es que el impacto que tengan sea siempre positivo, algo que el mundo necesita para seguir existiendo.
Actualmente existen 4119 empresas B, en Perú ya son 39 de las cuales un 21% se encuentra en el sector de textil y joyería, 18% en gestión ambiental y 16% en agricultura y alimentación, siendo este último la categoría más destacada de empresas B a nivel global.
Sobre Sistema B
Sistema B es una organización sin fines de lucro que cree que los gobiernos, sociedad, civil y la responsabilidad social de los negocios, juntos, no son suficientes para resolver problemas sociales y ambientales. Su propuesta apunta a una economía que pueda crear valor integral para el mundo, promoviendo formas de organización económica que puedan ser medidas desde el bienestar de las personas, las sociedades y la Tierra, de forma simultánea y con consideraciones de corto y largo plazo.
Desde su creación en abril de 2012, ya existen 10 Sistemas B nacionales, un Sistema B Internacional y 8 Comunidades B Locales; una comunidad de más de 752 Empresas B en la región.