Los territorios amazónicos del Perú cuentan con varias localidades no conectadas al Sistema Eléctrico Interconectado Nacional (SEIN), que hoy en día son abastecidas con centrales térmicas operando en base a diésel. Con el objetivo de modernizar el parque de generación de los sistemas aislados, EDF y NOVUM SOLAR se adjudicaron contratos de suministro eléctrico a largo plazo para el desarrollo de plantas solares fotovoltaicas y sistemas de baterías, con Electro Ucayali (ELUC) para las localidades de Atalaya y Purús, y con Electro Oriente (ELOR) para otras ocho localidades, entre ellas San Lorenzo, Requena, Caballococha, Tamshiyacu y El Estrecho.
Los contratos fueron adjudicados a través de procesos competitivos impulsados por Electro Oriente y Electro Ucayali, en los que se invitó a participar a varias empresas nacionales e internacionales del sector. La primera fase del proyecto contempla una inversión de 44 millones de dólares entre 2022 y 2024, correspondientes a 26 MWp de paneles solares y 43 MWh de baterías.
Pedro González Orbegoso, director de Novum Solar, y Daniel Paschini, CEO de EDF Perú, manifestaron estar orgullosos de poder contribuir a mejorar la calidad del servicio y mitigar los impactos ambientales de los sistemas aislados al lado de ELOR, ELUC y de las autoridades Peruanas. Los proyectos que implementa Amazonas Energía Solar están alineados con el compromiso de Perú de convertirse en un país carbono neutral para 2050 y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en 40% para 2030.
Entre los beneficios del proyecto, se prevé una reducción de hasta el 90% en el uso de combustible diésel, generando una importante disminución de la contaminación atmosférica, además de mitigar los riesgos de contaminación del agua y del suelo. Además, se estima que el desarrollo del proyecto evitará la emisión de hasta 500.000 toneladas de CO2 en un periodo de 20 años y supondrá una importante reducción de los niveles de ruido.
El proyecto también incorpora una serie de consideraciones ambientales, ya que trabajar en un entorno tan sensible e importante como la Amazonía peruana en términos de biodiversidad y riqueza cultural requiere el desarrollo de proyectos de bajo impacto que generen beneficios a nivel local. Por otra parte, al permitir un servicio completo y estable, se esperan beneficios en términos de desarrollo empresarial y mejora de la calidad de vida en estas localidades.
Por último, el proyecto tendrá un impacto positivo en términos de estabilización de los precios de generación en estos sistemas aislados, ya que permitirá reducir la dependencia de los mercados internacionales de petróleo. Las plantas fotovoltaicas se construirán en distintas fases hasta 2024. Las plantas de Atalaya y Purús ya se encuentran en funcionamiento desde finales de 2020.