Petroperú, en un comunicado enviado a la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV), asevera que, de acuerdo a ley, corresponde «única y exclusivamente» a la Contraloría General de la República convocar a concurso público y seleccionar los servicios de auditoría financiera para la petrolera estatal.
Añade la empresa que las bases fueron remitidas a la Contraloría en julio de 2021 y que esta «demoró cinco meses en realizar la convocatoria» y, debido a ello, «el concurso se declaró desierto y Petroperú debió solicitar a la CGR [Contraloría General de la República] la contratación de la sociedad de auditoría que anteriormente había realizado este servicio; la cual desistió de efectuarlo un mes más tarde –entre otras razones– por no poder cumplir con el plazo de entrega de su auditoría financiera».
La empresa que no quiso auditar los estados financieros de Petroperú es PwC (antes PricewaterhouseCoopers) porque no aceptó como condición para hacerlo una «cláusula de confidencialidad sin límite de tiempo que Petroperú solicitaba». Lo usual en la industria es que la cláusula sea de uno o dos años pero no eterna.
Insiste Petroperú en su reciente comunicado a la SMV que Contraloría «no ha explicado las razones de su inexcusable retraso en la convocatoria al primer concurso ni quiere asumir las graves consecuencias que tal situación ha generado para la empresa». La Contraloría, recientemente, ha anunciado que ha puesto en marcha un nuevo concurso público de empresas auditoras para revisar estados financieros de Petroperú.
Las «graves consecuencias» a las que hace referencia Petroperú son sus recientes calificaciones. Standard & Poor’s (S&P) rebajó la calificación crediticia a largo plazo de Petroperú de BBB- a BB+, un peldaño en el que los bonos de las empresas son catalogados como «basura» dado que el riesgo de incumplimiendo es más que moderado. Una calificación de BB+ —según informa S&P — ha dejado el grado de inversión para pasar a ubicarse en el grado especulativo, «menos vulnerable en el corto plazo, pero enfrenta una gran incertidumbre ante condiciones económicas, financieras y del negocio que sean adversas».
La agencia calificadora ha pasado la perspectiva de Petroperú de estable a negativa. La rebaja en la calificación de S&P se suma a la de Fitch Ratings de la semana pasada, que bajó las calificaciones de largo plazo en moneda local y extranjera de Petroperu a BBB- de BBB.