Complementariedad entre el gas, hidro y renovables es esencial en la transición energética

En el marco de PERÚ ENERGÍA Norte, se realizó el panel “Energéticos para la transición”, con la participación del gerente Legal y de Regulación de Kallpa, Carlos León, quien destacó la matriz energética liderada por la generación hidroeléctrica y el gas natural, aunque con una notoria presencia de generación renovable que ha duplicado su producción respecto al año pasado y que indefectiblemente capitaneará el crecimiento de la oferta de generación nacional en los próximos años.

“Desde hace dos años, han ingresado a operación o están en construcción alrededor de 9 proyectos de generación renovable con una capacidad de 1,300 MW. Estos sin ningún tipo de subsidios ni licitación ad-hoc ni cambios en la regulación. El reto está en asegurar la complementariedad adecuada entre gas, hidro y renovables, desarrollar el mercado de servicios complementarios y aprobar la regulación pendiente para el almacenamiento, con el objetivo de brindar mayor confiabilidad y estabilidad al sistema”, reflexionó.

La directora ejecutiva de la Sociedad Peruana de Gas Licuado (SPGL), Janinne Delgado, precisó que la transición energética no solo debe tener un enfoque ambiental centrado en la reducción de las emisiones, sino también uno social orientado a erradicar la pobreza energética, condición que padecen aquellos hogares que tienen como única fuente de combustión al cartón, la leña o la bosta para cubrir sus necesidades de cocción, calefacción o iluminación, mas no tienen acceso a energéticos limpios como el gas natural o el GLP.

“En el Perú, la pobreza energética está concentrada básicamente en las zonas altoandinas y en la selva, pero el GLP podría revertir esta situación. Tiene portabilidad, no requiere redes y posee una gran red de distribución a nivel nacional. De todos los hogares peruanos, 2 millones 500 mil se encuentran en pobreza energética y solo 1 millón 300 mil se benefician con los vales de descuento GLP del FISE. Este programa debe actualizarse para permitir que más hogares pobres y pobres extremos acceder al vale de GLP”, exhortó la experta.

La gerente general de la Sociedad Peruana de Hidrocarburos, Tiffany Bayly, desmintió que el gas se acabe en 15 o 20 años como sostienen voces ajenas al sector, pues de la producción total de gas en Camisea se reinyecta el 20%; por ende, “no es que no tengamos gas, sino que no estamos usando todo lo que tenemos”, y para ello se debe impulsar el consumo de este recurso, así como también reponer reservas para evitar comprometer la demanda futura a través del fomento de la exploración de nuevos campos productores.

“La fase de exploración tiene mucha incertidumbre. Se invierte solo para realizar sísmica e interpretar los resultados. Luego, se realiza la perforación para constatar lo visto y puede que no descubras nada o quizá agua o de repente hidrocarburos en una calidad o cantidad no rentable. Es muy costa la inversión en hidrocarburos desde el principio. Pueden pasar 7 a 10 años desde que inicia la exploración hasta la puesta en operación del yacimiento. La industria necesita predictibilidad y esa es la clave para reactivar el sector”, comentó.

El gerente general de la Asociación Peruana de Hidrógeno H2 Perú, Fernando Maceda, con relación al hidrógeno, consideró que existe la tendencia a desplazar el uso de colores, ser agnóstico sobre los pro y contras de cada una de estas tecnologías y debatir sobre la intensidad de carbono asociado a la producción de sus diversos tipos, debido a la creciente necesidad de distintas vías de producción bajas en carbonos para enfrentar el cambio climático y limitar el aumento promedio de la temperatura planetaria a por debajo de los 2 grados centígrados.

“El hidrógeno necesita un marco regulatorio adecuado, desarrollo de infraestructura y profesionales capacitados. En Perú, hace más de 50 años se produce hidrógeno en la planta de Cachimayo y tiene mercado para explosivos de minería. En esta instalación hay 25 MW de electrólisis y se producen alrededor de 9 toneladas diarias. Hay tres o cuatro proyectos de hidrógeno y dos de ellos están en Arequipa. En segmentos como la minería, cemento, acería y transporte de larga distancia pueden implementarse pilotos de hidrógeno”, resaltó.

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