La directora de la Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento, Ana Lía Rojas, afirmó que el gas natural es menos contaminante y más económico frente a otros combustibles como el carbón y el diésel.
Sin embargo, reconoció que este recurso tiene un plazo de vida que se va acortando a medida de que se deja de poner en valor los pozos de gas natural con los que cuenta un país.
Manifestó que esto obliga a pensar en dos caminos: continuar desarrollando nuevos yacimientos de gas natural para sostener la demanda futura o buscar alternativas de energías más eficientes y accesibles.
«Por lo tanto, yo auguro que tarde o temprano tengamos que discutir el cambio del gas, como una fuente de generación y de aporte de seguridad y flexibilidad al sistema eléctrico, por baterías eléctricas», declaró Ana Lía Rojas.
A criterio suyo, las baterías eléctricas son capaces de aportar energía por storage, potencia suficiente y todos aquellos servicios complementarios a la red para balancear el suministro rápidamente frente a alguna contingencia.
Convivencia flexible
También, la directora de la Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento comentó que el gas natural y las energías renovables deben convivir «todo lo que se pueda», pero esa convivencia debe ser «flexible».
Explicó que esta flexibilidad consiste en el despacho prioritario de energías renovables en el momento en que estén disponibles, y en el despacho de gas natural como respaldo ante la intermitencia de las renovables.
«O sea, cuando haya espacio para el despacho de renovables, las renovables no puedan quedar fuera, a propósito de restricciones de transmisión o de demanda. Tenemos que priorizar el despacho de renovables», dijo a RCR Perú.
Comentó que existen soluciones tecnológicas que permiten a las plantas termoeléctricas tener la flexibilidad suficiente para generar electricidad con gas natural y fuentes renovables, sin poner en riesgo sus operaciones.