Dieciséis compuestos analizados en pesticidas contienen residuos de petróleo y son 8.288 veces más tóxicos que las fórmulas de los pesticidas declarados que se utilizan en la agricultura, desvela una investigación realizada por el profesor de biología molecular francés, Gilles-Éric Séralini.
Residuos de petróleo en los pesticidas
Séralini y su equipo realizaron un estudio toxicológico sobre pesticidas y encontraron que dieciséis compuestos denominados hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) del petróleo están presentes en los pesticidas.
Según el profesor Séralini, «las agencias sanitarias y las regulaciones políticas pretenden ignorar lo que la Ciencia ya sabe: debido al petróleo que contienen de forma fraudulenta y sin declarar los pesticidas son miles de veces más tóxicos de lo que creemos, por lo que las evaluaciones actuales son erróneas».
De acuerdo a la investigación publicada en la revista Toxics, los estudios toxicológicos sobre pesticidas suelen centrarse en gran medida en el ingrediente activo declarado del producto, lo que equivale a menos del 50 % de la formulación total, pero la formulación completa no se conoce porque los fabricantes no la suelen desvelar.
Estos HAP «resultan altamente cancerígenos a largo plazo, incluso más que el propio ingrediente activo declarado», unos componentes de petróleo que siempre han contenido los pesticidas, según la investigación.
«Estamos convencidos de que una agricultura sin pesticidas es posible para alimentar al mundo sin ponerlo enfermo», afirma el profesor autor de «Los Papeles de Monsanto-El escándalo del caso Roundup», escrito en colaboración con el chef Jerome Douzelet.
Séralini subraya que la Comisión Europea ha renovado la utilización del glifosato, compuesto del pesticida Roundup, hasta julio de 2023, pero el problema es mucho más amplio, y afirma que «al final, las votaciones sobre el glifosato nos engañan. El glifosato siempre viene acompañado de compuestos mucho más peligrosos y que pasan desapercibidos, tales como los extractos de petróleo no declarados».
«Secrets Toxiques», una coalición de decenas de organizaciones que trabajan para la retirada de productos fraudulentos y tóxicos, ha alertado sobre la infravaloración de la toxicidad de los pesticidas desde el 2020. «Las autoridades europeas están empezando poco a poco a ocuparse de esta grave cuestión sanitaria», aseguran, pero de forma «demasiado lenta».
En una investigación realizada en marzo de 2020, el mismo equipo científico analizó 35 muestras de alimentos ecológicos y no ecológicos y encontró que solos unos pocos productos alimenticios contenían sustancias activas de plaguicidas declaradas por encima del umbral reglamentario de 10 ug/kg.
Se detectaron metales en todas las muestras, con «más silicio en quesos no ecológicos, pero se encontró un máximo de 17 HAP a niveles 6,8 veces superiores en las salchichas no ecológicas con tres sustancias carcinógenas en comparación con los productos ecológicos».
El resultado directo es que «la toxicidad se multiplique por 6.606 en los productos no ecológicos, y entre estos productos se encuentran varios tipos de chorizo español», según la investigación.
Séralini, quién habló en abril de 2022 en la Asamblea General de Bayer (dueño de Monsanto), ha insistido en que «el Roundup como producto es mucho más toxico y cancerígeno que el glifosato», y ha reclamado «la reevaluación de la toxicología de los pesticidas y la reducción drástica de su uso».
Además, ha pedido un estudio internacional de salud pública sobre los productos alimenticios, así como sobre los usuarios profesionales y privados de estos productos, especialmente en el contexto de una investigación forense medioambiental sobre este problema.