Se presentó el proyecto WEDUSA, en el que la Unión Europea y Reino Unido colaboran con la empresa irlandesa OceanEnergy para demostrar e impulsar el generador flotante más potente del mundo. Una bestia imponente de 800 toneladas de peso que transformará la fuerza del mar en un megavatio de electricidad, lo que podría servir para dar luz a más de 1.000 casas.
OceanEnergy ha firmado una colaboración con 14 socios de la industria en el Reino Unido, Irlanda, Francia, Alemania y España para probar el OE35 a escala. Este generador undimotriz se considera el modelo flotante de mayor capacidad del mundo y se va a colocar frente a las costas de Escocia. Un programa que durará cuatro años y para el que se han destinado 19,6 millones de euros.
El objetivo del proyecto es demostrar que se pueden reducir costes y servir de trampolín para comercializar la tecnología y que llegue a más costas. «Ayudará a reducir el riesgo de las inversiones en energía undimotriz» ha explicado Myles Heward, Gerente de Proyecto en el Centro Europeo de Energía Marina en Orkey, Escocia.
Aunque la máquina que flotará frente a Escocia aún no se ha construido y su diseño se adaptará a las condiciones de esas costas, el OE35 cuenta con una primera versión que ha estado en pruebas en Hawái. La estructura hawaiana mide 38,1 x 18 metros, con un calado de 9,4 metros y un peso total de 826 toneladas, por lo que se pueden esperar dimensiones similares para la versión escocesa.
La construcción de este tipo de estructuras monstruosas se asemeja a la fabricación de barcos, en un astillero se monta por completo el generador para después remolcarlo hasta el punto elegido en el mar donde se mantendrá mientras transforma la energía de las olas como muestra el vídeo.
Amarrado al fondo del océano, el OE35 flota sobre la superficie del mar dejando que las olas entren y salgan por sus tres cámaras herméticas. Cuando el aire sube a estas cámaras, el aire sale por la parte superior. Este movimiento se produce inmediatamente después en dirección opuesta, las olas retroceden y el aire regresa succionándose.
Hasta aquí la dinámica es fácil de imaginar. Ese vaivén del mar y el viento se transforma en energía gracias al movimiento unidireccional de la turbina Wells. Inventada en Belfast en los años 70, la colocación de las aspas de esta turbina en paralelo al aire permite que el ventilador gire siempre en la misma dirección aunque el flujo del viento esté en constante cambio.
Otras empresas han cambiado sus proyectos bidireccionales como el que hay en el País Vasco por nuevos diseños con turbinas Wells. Esta modalidad se considera una solución más barata y duradera, además de más eficiente. Otra ventaja del diseño flotante reside en no tener tanto contacto con el agua salada cuando golpean las, las partes móviles se encuentran por encima de la línea de flotación. Esto aumenta la vida útil del dispositivo, evitando la corrosión de la sal.