La necesidad de apostar por la energía limpia para combatir el cambio climático y el alza incontrolada en los precios de la electricidad ha llevado a decenas de empresas y startups a avivar el ingenio para buscar la mayor eficiencia posible. Aerogeneradores diminutos le hacen la competencia a los más potentes del mundo o a los que funcionan sin aspas, mientras las placas solares flexibles llegan a los balcones y otros buscan convertir sus ventanas en paneles fotovoltaicos transparentes.
Entre las propuestas más prometedoras está una que nace de la conjunción de estos dos tipos de energía sostenible, la eólica y la solar. Ese es el objetivo de la startup francesa Unéole, que ha desarrollado un sistema energético mixto que combina turbinas con paneles solares para maximizar la producción de energía hasta un 40%.
El punto de partida tiene todo el sentido del mundo. La eficiencia de las células fotovoltaicas depende de la cantidad de radiación solar, que se reduce casi a cero por la noche y disminuye sensiblemente en los meses de invierno. Para seguir produciendo energía en esos momentos sin sol, los ingenieros de Unéole han ideado una estructura que, bajo las placas, incluye turbinas eólicas que toman el relevo y generan electricidad de forma ininterrumpida y constante.
Aunque hay alternativas más pequeñas y hasta portátiles, la mayoría de aerogeneradores no están pensados para entornos urbanos, ya que mejoran a grandes alturas y necesitan un espacio abierto para producir energía, además de no ser silenciosos.
La energía solar sí se instala desde hace décadas tanto en chalets como en grandes edificios de viviendas y de oficinas, pero los paneles fotovoltaicos tienen un amplio margen de mejora y todavía son necesarias extensiones considerables para generar energía suficiente como para alimentar todo un edificio por sí solas. Además, si se quiere aprovechar al máximo la energía necesaria, es necesario instalar también baterías para almacenarla.
La solución que proponen desde Unéole está precisamente pensada para solventar estas carencias combinando ambos tipos de energía sostenible. La propuesta es tan sencilla como eficaz: varias hileras de aerogeneradores de tipo Savonius, con piezas móviles movidas por el viento girando alrededor de un eje vertical, cubiertas por un ‘tejado’ de paneles solares. Con una altura total de unos cuatro metros, esto permite mejorar hasta un 40% los resultados que se obtendrían sólo con las placas solares.
Además, para garantizar una baja huella de carbono, los aerogeneradores de Unéole se construyen con materiales reciclados y reciclables (aluminio y acero inoxidable, principalmente) y son de producción local, para reducir al máximo la utilización de combustibles en el transporte de material.