Con motivo de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27) en Egipto, el enviado climático de Estados Unidos, John Kerry, anunció el miércoles la creación de un plan de compensación de carbono para a ayudar a países en desarrollo con la transición energética. Financiará proyectos de energía renovable.
El programa, llamado Acelerador de Transición Energética (ETA, por sus siglas en inglés), se desarrollará en conjunto con Bezos Earth Fund y la Fundación Rockefeller, con aportes de los sectores público y privado, que operaría hasta 2030. Estiman que se puede extender hasta 2035.
Kerry indicó que Chile y Nigeria se encuentran entre los países que mostraron interés en ETA, y que Bank of America, Microsoft, PepsiCo y Standard Chartered Bank buscaron informarse «sobre el desarrollo de ETA».
«Nuestra intención es poner el mercado de carbono a trabajar para desplegar capital para acelerar la transición de energía sucia a limpia específicamente, para retirar la energía a carbón sin cesar y acelerar la construcción de energías renovables«, subrayó. A la vez, agregó que los créditos de carbono utilizados en el programa serían de «alta calidad» y cumplirían con «fuertes salvaguardas».
El plan propone una nueva clase de compensaciones de carbono que representen inversiones en proyectos para acelerar las iniciativas de energía renovable o a crear resistencia al cambio climático en un país en desarrollo. Las empresas pueden comprar estas compensaciones para resarcir una parte de sus emisiones de CO2, y el dinero se destinará a estos proyectos.
Para poder comprar estos créditos, las empresas deben comprometerse a alcanzar las emisiones netas cero para 2050 e informar anualmente sus avances en la materia, según se lee en un borrador del plan. Las empresas de combustibles fósiles no podrán participar en el programa.
El referente reconoció las críticas hechas por grupos ambientalistas sobre los esquemas voluntarios de compensación de carbono: señalan que retrasaría los esfuerzos reales para reducir las emisiones. «Un programa voluntario de créditos de carbono no garantizará reducciones profundas y reales de las emisiones; equivale a reorganizar las tumbonas a medida que el barco climático se hunde», dijo Rachel Cleetus, directora de políticas de la Unión de Científicos Preocupados.
El martes un grupo de trabajo creado por el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, recomendó que las empresas y los gobiernos usen los créditos de carbono con moderación para evitar socavar su emisión neta cero. Kerry dijo que Guterres apoyaba la iniciativa del mercado de carbono liderada por Estados Unidos siempre que hubiera protecciones.
La directora general del Instituto de Recursos Mundiales, Ani Dasgupta, expresó en un comunicado que el programa «tiene que garantizar los límites de la participación de las empresas y que la financiación favorezca las propias prioridades de los países en desarrollo para una transición energética justa».