Las conexiones de gas natural casi se han triplicado en los últimos seis años, alcanzando actualmente un millón 400,000 usuarios en el país, señaló el exministro de Energía y Minas Gonzalo Tamayo.
“En el 2016 habían 500,000 clientes conectados al gas natural, principalmente concentrados en Lima, y hoy existen como un millón 400,000. Básicamente en seis años casi se han multiplicado por tres las conexiones, tanto en Lima, Ica y ciudades de la costa”, dijo en Andina Canal Online.
“Una de las razones de por qué se triplicó el número de usuarios conectados al gas natural tiene que ver con el BonoGas, que ayuda a financiar el costo inicial de las conexiones internas para familias de bajos ingresos”, agregó.
Gonzalo Tamayo consideró que el reto más importante no solamente debe ser cómo aumentar más las conexiones y el uso de gas natural en la Costa, sino también llevarlo a la Sierra.
“En la actualidad, por ejemplo, recién tenemos la segunda estación de servicio de gas natural en el Cusco”, manifestó.
“Hoy existe gas natural domiciliario fundamentalmente en la Costa. Recordemos que todo comenzó con las operaciones de Cálidda en Lima, después se extendió a Ica y hay un conjunto de concesiones que se han expandido en la Costa”, añadió.
El experto en hidrocarburos indicó que el otro mercado es el de gas natural vehicular, donde ahora existe la posibilidad de acceder a los programas de subsidio que se han diseñado en el Ministerio de Energía y Minas, que permiten financiar al 100 % el kit de conversión de los vehículos.
“Tenemos que pensar que el precio de la gasolina, del diésel y del gas licuado de petróleo (GLP) depende de lo que suceda en los mercados internacionales y hemos visto precios muy altos, volatilidad, por lo cual los precios seguirán altos en lo que resta del 2022 y el próximo año”, afirmó.
“La diferencia es que en el caso del gas natural, el precio está regulado por el contrato del gas de Camisea y las condiciones hacen que ese precio sea relativamente estable”, dijo.
Gonzalo Tamayo destacó que la producción de gas natural que hay en Perú es bastante mayor a la que se consume, e incluso queda un saldo que tiene que ser reinyectado; es decir, no tenemos un problema de oferta, pero si hay un problema de cómo hacer llegar ese gas a la gente.
“Afortunadamente lo que se descubrió en Camisea es un yacimiento muy grande, bastante superior al consumo proyectado, inclusive suficiente para atender los contratos de exportación. La información disponible que hay en el Ministerio de Energía y Minas y Perupetro indica que tendríamos reservas suficientes como para 20 a 25 años, aproximadamente”, sostuvo.