Abrir el mercado eléctrico podría reducir costos para millones de usuarios

La Asociación de Distribuidoras de Energía Eléctrica Latinoamericanas (Adelat) presentó su más reciente informe titulado “Liberalización de la comercialización minorista en América Latina: nuevos escenarios para la distribución eléctrica”, donde evalúa el impacto potencial de abrir los mercados eléctricos minoristas en la región.

El documento, conocido como DSO Brief, analiza cómo este proceso de liberalización —que ya se ha dado en países como España— podría transformar el rol de las distribuidoras eléctricas, generar nuevas dinámicas de competencia y exigir cambios regulatorios y operativos en los sistemas eléctricos nacionales.

Las principales conclusiones fueron presentadas el pasado 26 de junio en un webinar del ciclo Voz Experta Adelat, donde participaron especialistas el sector de países como Brasil, Argentina, Chile, Colombia y España.

Durante el evento, Aldo Pessanha, presidente del Consejo Directivo de Adelat, expuso el caso de Brasil, donde la figura del “cliente libre” existe desde 1995, aunque actualmente está limitada a grandes consumidores. Pessanha señaló que una nueva medida provisoria busca extender este derecho a usuarios residenciales, aunque su aprobación aún está en debate en el Congreso.

Por su parte, Roberto Cajamarca, director de Conocimiento y Estrategia de Adelat, explicó que la liberalización puede traducirse en una reducción de costos para los consumidores, siempre que se garantice la seguridad del suministro, la eficiencia operativa y se adapte la infraestructura existente. También destacó que para reducir los límites de acceso al libre mercado se requieren múltiples comercializadores, sistemas interoperables y una regulación robusta.

Otros expertos compartieron experiencias internacionales. Katia Rocha, del Instituto de Investigación Económica Aplicada (Ipea) de Brasil, detalló los tres pilares de la propuesta brasileña: apertura del mercado, nueva estructura tarifaria y redistribución de subsidios.

Desde Argentina, Juan Pablo Marzocca, socio de GME, explicó cómo la aprobación de la Ley Bases 2024 abre la puerta de liberalización, aunque advirtió que aún falta ajustar la estructura tarifaria.

En representación de Europa, Emili Rousaud Parés, CEO de Grupo Factor Energía, repasó la experiencia de Espala, donde la apertura gradual del mercado ha generado beneficios en precio y servicio, destacando la necesidad de educar al consumidor e implementar medidores inteligentes.

El análisis regional fue complementado por Sebastián Novoa, presidente de la Asociación Iberoamericana de Comercializadores de Energía (AICE), y por Fernando Barrera Rey, experto en regulación, quien señaló que Colombia aún no ha liberalización su comercialización minorista, pese a tener un mercado mayorista abierto desde hace tres décadas.

El informe de Adelat concluye que la liberalización de la comercialización eléctrica minorista es un proceso clave para el futuro energético de América Latina, y que su implementación debe considerar realidades nacionales, capacidades técnicas y marcos regulatorios adecuados.