La inversión anual en energía nuclear, que abarca tanto las nuevas plantas como las extensiones de la vida útil de las existentes, ha aumentado casi un 50% en los tres años desde 2020, superando los US$ 60,000 millones, según el reciente informe de la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés).
Actualmente, se encuentran en construcción unos 63 reactores nucleares, que representan más de 70 GW de capacidad, uno de los niveles más altos observados desde 1990. Además, en los últimos cinco años, se han tomado decisiones para extender la vida útil operativa de más de 60 reactores en todo el mundo, que abarcan casi el 15% del parque nuclear total.
La mitad de los proyectos que se están construyendo hoy en día se encuentran en China, que va camino de superar a los Estados Unidos y a la Unión Europea en capacidad de energía nuclear instalada para 2030.
Un escenario de crecimiento rápido requiere una importante expansión de la inversión anual, que se duplicará hasta alcanzar los 120.000 millones de dólares en 2030. Los proyectos nucleares han sido tradicionalmente difíciles de financiar debido a su escala, intensidad de capital, largos plazos de construcción, complejidad técnica y responsabilidad por los riesgos en algunos países.
Hoy, la energía nuclear produce poco menos del 10% de la generación global y es la segunda fuente más grande de electricidad de bajas emisiones en la actualidad después de la energía hidroeléctrica.
En ese sentido, se lanzó una nueva iniciativa multinacional que tiene como objetivo triplicar la capacidad nuclear mundial para 2050, reconociendo el papel de la energía nuclear para alcanzar los objetivos de seguridad energética y climáticos, complementando el papel principal que desempeñan las energías renovables.