En un nuevo comunicado, Petroperú informó que opera con limitado crecimiento de ingresos y baja rentabilidad como lo demuestran las cifras de ventas y pérdidas proyectadas al 2024, de respectivamente US$ 3,977MM (30% menos que el 2022) y – US$ 716MM (164% mayor que 2022). Y que el EBITDA proyectado para 2024 es de US$ 135MM, insuficiente para cubrir cualquier pago de deuda.
Asimismo, acusó que tiene una pérdida de su posición competitiva habiendo cedido cuota de mercado de 51% a 25%; un serio deterioro de la posición de liquidez (0.4), capital de trabajo (-US$ 3,367), solvencia (6.26 ) e indicadores de rentabilidad (ROA -0.77%/ ROE -11.1%); y adolece de un alto grado de inestabilidad en la dirección y la gobernanza.
La empresa estatal explicó que esta situación se originó, entre otras causas, por demoras de un fuerte endeudamiento para la construcción de la Nueva Refinería de Talara (que casi triplicó su costo en el tiempo); un largo proceso de arranque y estabilización no concluido de la refinería (causante a su vez de un nuevo impacto negativo financiero para el año 2024); y una estructura organizacional operativa anquilosada, poco ágil y sobredimensionada (derivada también de las fallas de origen de un manejo público).
Por todo lo anterior, Petroperú afirmó que las condiciones financieras de la compañía requieren espaldas financieras anchas provenientes de su accionista, que en este caso es el Estado peruano, es decir, con los recursos de todos los peruanos, y cuyos últimos cálculos indican que se requiere de US$ 2,200 millones adicionales.
Y sumado a ello, remarcó que en las actuales circunstancias de un Petroperú con gobernanza y gestión empresarial «expuesta a los usuales apetitos políticos, sería irresponsable y un acto de inmoralidad solicitar mayor financiamiento del Estado, ya que nada asegura que la empresa no retorne en el futuro cercano a solicitar más apoyo estatal, en desmedro de la caja fiscal y el bolsillo de los contribuyentes peruanos».
«Dicho lo anterior, este Directorio considera que una gestión privada en la gestión de la empresa es la mejor opción para lograr el regreso a la autosostenibilidad financiera», se lee en el comunicado.
Por último, la empresa estatal subrayó que se ha planteado el pedido de autonomía en la gestión privada de Petroperú ante la Junta General de Accionistas y ante el Gobierno, por lo que ahora «estamos a la espera de una definición que, en caso sea afirmativa, nos permitirá continuar con una gestión que creemos puede y debe ser cumplida en beneficio del Perú».