«Durante este año no se han emitido normas ni actualizaciones al marco regulatorio para el sector energético, y estamos a la espera que termine el proceso para que se promulgue el Proyecto de Ley que Modifica la Ley N° 28832 para asegurar el desarrollo eficiente de la generación eléctrica”, dijo el presidente de la Asociación Peruana de Energías Renovables – SPR, Brendan Oviedo.
Al respecto, señaló que luego que las diversas entidades relacionadas al sector eléctrico entregaron
en agosto pasado sus aportes y comentarios a esta propuesta, están a la espera que ésta se
promulgue pronto. Hay un sentido de urgencia de avanzar rápidamente con los cambios propuestos
en dicha legislación, y así beneficiar a los peruanos a través de menores costos de energía, mayor
inversión, más empleo y, mínimos impactos ambientales.
El ejecutivo indicó que en marzo del próximo año se debería convocar las licitaciones de las
distribuidoras que atienden la demanda de los usuarios regulados y todavía no se tiene el marco
normativo para posibilitar que las centrales renovables no convencionales, en particular las solares,
puedan participar y competir eficientemente con las tecnologías convencionales, como las centrales
hidroeléctricas o termoeléctricas.
De otro lado, el ejecutivo destacó que para promover la diversificación de la matriz energética es
fundamental facilitar el establecimiento de contratos de suministro de energía eléctrica respaldados
por centrales renovables de largo plazo, que permitirá dar estabilidad a los flujos de los proyectos y
viabilizar las inversiones requeridas.
Además, Oviedo mencionó que está pendiente de emitirse el reglamento de Generación Distribuida
(GD) que podría permitir que los usuarios no solo puedan generar electricidad localmente en sus
predios si no que podrían inyectar energía en la red de distribución. La GD complementa a la
generación convencional, y aportaría al país con sistemas eléctricos más resilientes y confiables, una
mejor calidad del servicio a los usuarios finales y mayor acceso de electricidad, mayor inversión en
energías limpias y nuevos empleos, y reducción de costos de energía.
En general, una actualización del marco regulatorio permitiría avanzar con un cambio en la matriz
energética del Perú que actualmente se basa principalmente en dos recursos energéticos que
operan actualmente, hidroeléctrica y gas natural. ‘’Tenemos que impulsar la diversificación y
descentralización de nuestra matriz energética con energías renovables para garantizar la seguridad
energética del país”, advirtió el directivo.
Al respecto, Ignacio Romero, Coordinador de Proyecto y especialista Senior de Recursos
Energéticos Distribuidos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA),
mencionó que el reciente informe realizado por la organización que representa analizó si el gas
natural representa una buena inversión para el sector eléctrico en América Latina y El Caribe.
Explicó que la conclusión fue que el gas natural no es una alternativa barata ni de bajas emisiones.
En cambio, la expansión de las energías renovables podría traer la recuperación económica que la
región necesita en medio de la pandemia del Covid19, ahorrando US$ 1 250 millones y creando tres
millones de empleos al 2050.
Romero mencionó que el informe compara tres escenarios posibles para responder a la pregunta
de si el gas natural es o no una buena inversión para la generación de electricidad en ALC. Al hacerlo
presenta evidencia que demuestra que, si la transición energética está liderada por energías
renovables no convencionales, el ahorro económico para la región sería tres veces mayor para 2050
que hacerlo a través del desarrollo del gas natural.
Además, al comparar los escenarios de energías renovables frente al gas natural, la cantidad de
empleos generados por el despliegue de las energías renovables es 98 veces mayor en el corto plazo
y 82 veces mayor para 2050.
Por su parte, Rosendo Ramírez, consultor de Neglisac y miembro honorario de la SPR, comentó
que en las últimas semanas se ha registrado un incremento de los costos de operación de la
generación de electricidad debido a que las bajas lluvias de los últimos meses evitaron que
funcionaran las centrales hidroeléctricas. Ante ello, COES decidió que se usara las centrales
termoeléctricas a gas natural e incluso se convocó el despacho de centrales a carbón y diésel. El bajo
caudal de los ríos ha mostrado que nuestro mercado mayorista de electricidad requiere el uso de
casi todas las termoeléctricas a gas natural y eventualmente, del despacho de centrales a carbón y
diésel, explicó el consultor. “Estas situaciones serán recurrentes, no obstante, por lo menos ahora,
no representa una crisis de electricidad”.